Con mucha satisfacción conmemoramos nuestro cuarenta aniversario fieles a la misión encomendada por nuestros fundadores y fundadoras. Muchos de ellos ofrendaron sus vidas en el conflicto armado por atender a personas afectadas por la guerra como consecuencia de las graves violaciones a los derechos humanos y la desigualdad social.
Iniciamos durante el conflicto armado salvando vidas con atención primaria en salud con médicos, médicas, enfermeras, parteras, promotores y promotoras voluntarios. Luego de los acuerdos de paz, centramos nuestros esfuerzos en atención a personas desplazadas y a repoblaciones en condiciones de vida difíciles.
En la actualidad con el apoyo de aliados estratégicos como la cooperación internacional, alianzas a nivel local y regional, promovemos procesos participativos en salud integral, gestión integral de riesgos y resiliencia al cambio climático, desarrollo territorial y fortalecimiento institucional, para la mejora de la calidad de vida de las poblaciones que acompañamos.
Con nuestro programa de Salud Integral hemos acompañado a las comunidades en: Organización y educación en salud, atención y promoción de la salud, salud sexual y reproductiva, salud mental, salud ambiental e incidencia en políticas públicas en salud. Es satisfactorio mencionar que con este programa se han salvado vidas con más de mil citologías realizadas, exámenes de mamografías, ultrasonografías de mama y facilitación de diagnósticos oportunos y seguimiento digno de tratamientos.
Con el programa de Gestión Integral de Riesgos y Reciliencia al Cambio Climático hemos contribuido a la reducción del impacto de los desastres y vulnerabilidades, retomando la afectación diferenciada entre mujeres y hombres, fortaleciendo la organización y gestión del conocimiento, incidencia y auditoría social, acción humanitaria y reducción de vulnerabilidades y resiliencia al cambio climático.
Solo en el año 2024 hemos entregado más de 219 mil dólares en transferencia en efectiv0 a 669 familias afectadas en sus cultivos por fenómenos como la sequía como efecto del Cambio Climático. Entrega de kits de alimentos e higiene a personas a las que les brindamos asistencia emocional en puntos de monitoreo de personas migrantes en tránsito y personas retornadas.
Aportamos en el empoderamiento de las mujeres, la autonomía económica y la gestión sustentable del territorio para la mejora de la calidad de vida de la población con nuestro programa de Desarrollo Territorial. Apoyamos iniciativas económicas de Comités Comunitarios y Asociaciones de mujeres para lograr su autonomía en las regiones de Chalatenango, Cabañas-Cuscatlán y Comunidades Indígenas en el occidente del país región Sonsonate, más de 60 Asociaciones de Desarrollo Comunal ADESCOS fortalecidas para la gestión del desarrollo local de sus comunidades, hemos acompañado en organización y potabilización del agua a más de 80 Junta Rurales Provisorias de Agua potable, así como la ejecución de proyectos de abastecimiento de agua potable en comunidades que no contaban con agua domiciliar en regiones de Chalatenango, Cabañas-Cuscatlán y construcción de 4 sistemas de captación de aguas lluvias para uso doméstico en comunidades indígenas de Sonsonate.
Con nuestro programa de Fortalecimiento Institucional contribuimos en la gestión de recursos financieros, tecnológicos, materiales y talento humano de forma eficaz y eficiente para promover la mejora continua de atención a las comunidades con más de 40 personas a tiempo completo y más de 150 personas voluntarias.
En nuestro acompañamiento a las comunidades no podemos negar que en los últimos años El Salvador ha experimentado cambios difíciles para las poblaciones en condiciones de mayor vulnerabilidad en lo político, social, económico, que no muestra condiciones favorables para la mayoría de la población, reflejado en la crisis alimentaria que vive la población ante el alto costo de los alimentos e insumos agrícolas, deterioro en atención a la salud, en educacion, acceso al agua potable en comunidades rurales y deterioro ambiental. Cabe mencionar los ataques a organizaciones defensoras de derechos humanos y personas defensoras de derechos humanos, persecución y acoso político, criminalización de liderazgos comunitarios, cierre paulatino de espacios ciudadanos y cívicos, menos oportunidades de generar diálogos y participación ciudadana.
Este contexto reafirmamos seguir acompañando a las comunidades con nuestra labor humanitaria y seguir promoviendo la justicia social y el goce pleno de los derechos humanos, reconociendo que es urgente que el Estado Salvadoreño asuma el compromiso de garantizar el respeto a los derechos humanos y generar condiciones que ayuden a erradicar la desigualdad social que vive el país.
Con Justicia Social, habrá agua y salud para todos y todas
San Salvador, 17 de octubre de 2024