COMUNICADO DE PRENSA
Durante los últimos meses, el país ha estado en alerta por la permanente actividad sísmica y las lluvias propias de la época de invierno, estas últimas generan en pocas horas afectaciones en los territorios con mayor vulnerabilidad, prueba de ello, son las precipitaciones de mediados del mes de octubre que ocasionaron diversos daños a nivel nacional.
Nuestras redes, la “Concertación Regional para la Gestión de Riesgos (CRGR)” y la “Mesa “Permanente para la Gestión de Riesgos en El Salvador (MPGR)” han mantenido un constante monitoreo sobre ambas amenazas. En el caso de las lluvias del mes de octubre, al identificar el nivel de afectación que incluyó desbordamientos de ríos, familias evacuadas y albergadas, calles y viviendas inundadas, árboles caídos, deslizamientos de tierra, se gestionó ayuda con la red Start Network, cooperación con sede en el Reino Unido.
Tras la respuesta positiva, la red “Start Network” otorgó ayuda a la MPGR por medio de la organización “PRO-VIDA”, de sus fondos provenientes de “Start Fund”, para beneficiar a 930 familias afectadas de los departamentos de Sonsonate, La Paz, Usulután y La Unión, a través del proyecto de respuesta rápida denominado “ALERT 370” “Respuesta humanitaria ante afectación por lluvias en El Salvador”.
Las organizaciones de la MPGR: PRO-VIDA, APRODEHNI, COMANDOS DE SALVAMENTO, Fundación Maquilishuatl, FUNSALPRODESE y SINODO LUTERANO se han encargado de ejecutar las diferentes acciones contempladas y cuyo alcance ha sido un total de 17 comunidades, distribuidas en los 4 departamentos de la siguiente manera:
La Paz: municipio de Zacatecoluca (El Pichiche, Hacienda Vieja, Los Ángeles, Divina Providencia, El Llano).
Usulután: municipio de Jiquilisco (San Judas).
La Unión: municipio de Pasaquina (Barrancones zona costera y Barrancones, La Rompisión, Barrio la Vega).
Sonsonate: municipio de Acajutla (Supervisión, Monzón, El Astillero, Terraplén, El Milagro 12 de junio, Las Atarrayas y Los Coquitos).
Como resultado del proyecto, se han realizado las siguientes acciones:
- 19 jornadas de fumigación; 28 jornadas de limpieza, drenaje y control de vectores. La actividad ha consistido en la remoción de escombros, basura, desechos sólidos, asegurando un buen manejo en el control de vectores.
- Distribución de 930 mosquiteros.
- Distribución de 930 kits de higiene para mujeres y charlas de promoción de la higiene. El kit contenía artículos como toallas sanitarias, shampoo, papel higiénico, jabón de baño, cepillo de dientes, frazada, entre otros artículos.
- Entrega de 17 kits de herramientas a las organizaciones comunitarias (1 por comunidad).
- Entrega de efectivo, por un monto total de $68,161.15, dinero distribuido entre las 930 familias beneficiarias, a través de la modalidad Cash Transfer para compra de alimentos.
El haber contribuido a que familias afectadas tuvieran mejores condiciones post emergencia, llena de satisfacción a nuestras redes, sin embargo, queremos señalar que vemos con especial preocupación una débil actuación y falta de protagonismo del Sistema Nacional de Protección Civil, en la emergencia generada por las lluvias.
A lo anterior se suma que, a seis meses de gestión del nuevo gobierno, todavía no se han nombrado a los Gobernadores y Gobernadoras Departamentales, lo cual fracciona y debilita el accionar de dicho Sistema.
En este sentido, consideramos que el evento meteorológico ha reflejado un retroceso en la preparación y atención de la respuesta, por lo que instamos a las autoridades gubernamentales a corregir y solventar los vacíos que debilitan las acciones en situaciones de emergencia. Además, reiteramos el llamado al Estado salvadoreño a trabajar con un enfoque de “Gestión Integral de Riesgos”, tomando en cuenta la aplicación de la Política Nacional de Protección Civil, Prevención de Riesgos y Mitigación de Desastres, que fue oficializada como Política de gobierno en marzo de este año.
Finalmente, como Sociedad Civil señalamos la importancia de retomar los esfuerzos organizativos en las comunidades que permitan responder adecuadamente ante una emergencia, pero también avanzar hacia la gestión correctiva y prospectiva.
San Salvador, 16 de diciembre de 2019.
